Una serie de denuncias por constantes ruidos molestos en horario nocturno dieron inició a un proceso de fiscalización por parte de la SMA, quien durante varios meses solicitó a ambos locales el cumplimiento de medidas provisionales dictadas para mitigar los ruidos que estos locales producen y que afectan seriamente la salud de los vecinos del sector, quienes por meses han tenido que soportar ruidos molestos nocturnos asociados a actividades con música envasada, además de acompañamiento de animadores, y karaoke, todo ello con equipos de amplificación de sonido.

La normativa establece un máximo de 45 decibeles en la zona, sin embargo, se registraron hasta 93 decibeles en el área muestreada por la SMA, siendo esta medición una de las más altas registradas por la SMA a nivel nacional.